domingo, 27 de julio de 2008

Un Desinfle Inesperado

UN DESINFLE INESPERADO


A pesar de los numerosos ensayos que se realizaron con esta estructura colocada para conmemorar los atentados en Madrid producidos en 2004 en los trenes de Cercanías, ha ocurrido algo que la mayoría ya nos esperábamos.

El pasado 5 de Noviembre de 2007 los medios escritos y televisivos se hacían eco de la noticia de que ante la mirada atónita de los visitantes al Monumento caía sobre la sala la membrana que contiene los mensajes póstumos a las victimas de tal acontecimiento.

Aunque la avería se solucionó el mismo día del suceso y que, según el equipo autor del diseño de la obra, se debió a una “presurización (presión atmosférica)” del recinto de la habitación donde se haya, ni RENFE ni el Ayuntamiento respondieron por el fallo. Según el Estudio Fam, su mantenimiento es responsabilidad del Consistorio, algo que desde allí mismo se niega y que atribuyen a RENFE, la cual, por su parte, también niega cualquier posible responsabilidad asegurando que su cometido se limita a la limpieza y al mantenimiento básico, así como encendido de luces, vigilancia y azafatas.


La pregunta de los visitantes y de los madrileños que se supone que somos propietarios de dicho soporte es si existe una próxima vez en que este hecho se repita ¿a quién debemos llamar para paliar el problema?.

Monumento en Conmemoración al 11- M

MONUMENTO EN CONMEMORACIÓN AL 11 M


Está compuesto por una estructura de vidrio de 11 metros y una estancia bajo tierra conocida como la habitación azul. Allí se pueden leer los mensajes que se dejaron en las estaciones tras los atentados. Fue inaugurado el domingo 11 de Marzo de 2007 y fue diseñado por el Estudio Fam.

Los alrededores de la Estación de Atocha es el escenario escogido para instalar el monumento homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 con el que el grupo de jóvenes arquitectos que ha diseñado el proyecto, el Estudio FAM, pretende crear “un lugar para el recuerdo” pero también para la esperanza, a pesar de la tragedia ocurrida hace ya años.


Fue obra del arquitecto Pedro Colón de Carvajal, uno de los responsables de este proyecto, junto con Esaú Acosta, Mauro Gil-Fournier, Miguel Jaenicke, y Raquel Buj, todos ellos miembros del estudio de arquitectura Equipo FAM (Fascinante Aroma a Manzana).Su inauguración corrió a cargo de Los Reyes. Ha sido ubicado frente al edificio circular de la madrileña Estación de Atocha (escenario clave de la masacre), en la confluencia del Paseo de la Infanta Isabel, la avenida de Ciudad de Barcelona y la calle Alfonso XII.

La mayor complicación en la ejecución de este colosal monumento, de unas 140 toneladas de peso, según Colón de Carvajal, tuvo que ver con las novedosas piezas utilizadas, todas ellas a base de vidrio, sometido a un procedimiento especial para resistir los cambios de temperatura a los que se puede ver sometida la construcción, por las diferencias climatológicas en Madrid.

Las piezas de vidrio son de gran tamaño y peso, de dimensiones de 300 por 20 por 70 milímetros, y están sujetas unas con otras con un pegamento acrílico, con la principal novedad de que la estructura de la construcción carece de acero, lo cual es una técnica completamente pionera, que al aplicarse en este caso por primera vez suscitó algunas complicaciones que se fueron resolviendo a lo largo del proyecto. Los elementos con los que se ha trabajado no son los convencionales en arquitectura, como lo serían los habituales ladrillos, sino que las piezas son grandes bloques de vidrio óptico transparente e incoloro, diseñados exclusivamente para el monumento por una empresa alemana, experta en fabricación de cristal, sin que existieran antes en el mercado. Según explicó en su día el arquitecto el vidrio es un “material eterno”, que “soporta muy bien el envejecimiento y es duradero”, en contraste con otros elementos utilizados en la construcción como los metacrilatos o similares, que duran poco.

El diseño del monumento tiene forma de cilindro irregular consistente en dos partes diferenciadas: una cúpula irregular de vidrio, y una sala bajo rasante desde donde se podrán leer los mensajes de condolencia.

Durante largo tiempo se realizaron ensayos para comprobar la reacción de las piezas de vidrio utilizadas en el monumento, para comprobar sus efectos ante los cambios meteorológicos (viento, lluvia). Asimismo, el pegamento acrílico empleado para sujetar las piezas entre sí ha sido fruto de numerosos ensayos con vistas a que aguantara muchos años, en cuya construcción han trabajado alrededor de un centenar de personas, incluidos técnicos, ingenieros y operarios.

Otra de las particularidades de la construcción, aunque en este caso no se trata de una tecnología nueva porque se ha utilizado en otras ocasiones, es la membrana casi transparente de EFTE (etileno-tetrafluoroetileno) suspendida en el interior de la construcción. En la misma aparece la inscripción de los mensajes de condolencia escritos por los madrileños después del trágico atentando del 11-M, en el que murieron 192 personas y casi 2.000 resultaron heridas.

Según los responsables del proyecto, la ausencia de elementos opacos es el germen de la construcción, en donde dependiendo de la luz del sol se proyectará y brillará un mensaje diferente en dicha membrana que, con un peso aproximado de 40 kilogramos quedará sujeta por succión, es decir, mediante presión de aire como si se tratara de un globo.


De los cerca de 300 proyectos que se presentaron al concurso de ideas para la realización de un monumento en homenaje de las víctimas del 11-M fueron preseleccionados 55, y de ellos resultó elegido éste, consistente en una gigantesca construcción de vidrio.

Fotos: - Monumento en Conmemoración al 11 de Marzo de 2004.

Estación de Atocha

ESTACIÓN DE ATOCHA


El edificio de la estación de Atocha, construido para la compañía ferroviaria MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante), fue inaugurado el 9 de febrero de 1851 con el nombre de Estación de Mediodía (Estación del Sur) o Embarcadero de Atocha. Era la primera estación de tren de Madrid. Hubo varios intentos anteriores de construcción de una línea de ferrocarril con destino a Aranjuez, como ofrecimiento a la realeza, pero que no fructificaron, principalmente por problemas económicos.

Inicialmente es una estación modesta con un principio básicamente dedicado a viajeros, que se encuentra fuera de los límites de la ciudad. Se halla rodeada de imponentes edificios como la Basílica de Atocha, el Hospital de San Carlos (actual museo Reina Sofía), el Ministerio de Agricultura y el Jardín Botánico entre otros. En esa época, la zona estaba repleta de murallas que cobijaban la ciudad, para lo que el Ayuntamiento de la época debía buscar soluciones que facilitaran el paso y mejoraran las vistas de una zona muy degradada por tratarse de huertas y arrabales.

Posteriormente, la estación o embarcadero de Atocha, como se conocían entonces estos recintos, pasaba a ser la cabecera de un proyecto de línea hasta Alicante, con una fase inicial hasta Almansa, en Albacete y después, otra concesión hasta Alicante. Tras estas concesiones para construir la línea, se formó la compañía MZA que al hacer aumentar el tráfico de la estación, ésta, debía adecuar el tamaño para esos incrementos de tráfico. Así, se iniciaban además, las obras para llevar el ferrocarril también a Zaragoza.

El día de la inauguración, se realizó un viaje, en medio de una gran multitud, de un extremo a otro de la línea, Madrid-Aranjuez, de 49 kilómetros, cuyos pasajeros eran la reina Isabel II y su séquito. Fue todo un espectáculo al que acudió infinidad de gente y que los cronistas de la época relataron como algo épico.

Un incendio en 1864 destruyó gran parte de su estructura. En estas fechas, ya se veía claramente lo insuficiente que resultaban las instalaciones de la estación para el tráfico que sufría. En 1888 comienzan las obras de la nueva estación, bajo la dirección de Alberto de Palacio Elissagne, un colaborador de Gustave Eiffel, las cuales duraron cuatro años. La nave tenía 154 metros de largo, 48,76 metros de luz y 27 metros de altura. La cubierta de hierro se construyó en Bélgica con el sistema de estructura rígida tipo De Dion. La estructura quedó cerrada por el extremo que da a la glorieta del Emperador Carlos V, en donde se halla la característica fachada. Está considerada una obra de arte de la arquitectura ferroviaria decimonónica. La nueva estación se inauguró el 8 de diciembre de 1892.

Importantes edificios de oficinas ferroviarias se construyeron a partir de la última década del siglo XIX, y se fueron desarrollando a lo largo de la Avenida Ciudad de Barcelona, edificios que hoy en día se siguen utilizando con la misma finalidad que para la que se construyeron. Otras remodelaciones menores, se sucedieron como cuando en 1921 se conectó la estación con la línea 1 del Metro, en 1957 se retiró el vapor para dar paso a la electrificación y en 1967 se conectó el "túnel de la risa" que comunicaba con la estación de Chamartín.

La última ampliación y remodelación se realiza entre los años 1985 y 1992 (fecha en la que la antigua estación queda fuera de servicio) y es obra del arquitecto Rafael Moneo. El objetivo de la remodelación era cuadriplicar la capacidad de la estación creando un gran intercambiador que acogiera tanto a trenes de cercanías y largo recorrido -entre ellos los trenes AVE a Sevilla-, como metro, autobuses y un aparcamiento. En este periodo, también se desmontó el paso elevado, popularmente conocido como scalectrix, que se había construido en 1968 y tapaba totalmente las vistas de la estación.

Los nuevos edificios fueron diseñados como una nueva terminal situada detrás de la antigua estación, con poca altura para que no compitiesen con aquella. El último tren que salió bajo la marquesina de hierro, fue un Cercanías con destino a Aranjuez el 4 de noviembre de 1988. El viejo edificio, ya sin andenes, fue convertido en un espacio comercial con tiendas, bares, una discoteca y 4.000 metros cuadrados de jardín tropical cubierto.

La unión física de la vieja estación con las nuevas instalaciones la indica la torre del reloj, de ladrillo visto. La nueva terminal tiene un cuerpo cilíndrico de ladrillo visto y cristal, a través del que se accede a las estaciones de cercanías y largo recorrido (en la práctica, dos estaciones diferentes), metro y aparcamiento. Al ser la estación de cercanías subterránea, la cubierta sirve de aparcamiento de vehículos privados, protegido a su vez por una cuadrícula de casquetes esféricos de aluminio. En la estación de largo recorrido, también detrás de la antigua estación, destaca la cubierta horizontal, que se sustenta sobre recias columnas de hormigón.

La estación está comunicada con dos estaciones de Metro, Atocha y Atocha Renfe. Esta última fue añadida cuando se construyó la nueva terminal y comunica directamente con el vestíbulo de la nueva estación.

Antes de la reforma de 1992, la estación daba servicios, principalmente de largo recorrido a las regiones del sur de España. Eran numerosos los largos expresos nocturnos preparados para salir, con el tránsito de pasajeros de un lado a otro, subiendo equipajes, los carros de maletas con su bocina típica circulando con equipajes a lo largo de los andenes. El cartel publicitario de Electrolux, presidiendo en los edificios aledaños y visible desde los andenes.

Esta estación, sufrió los inolvidables y dolorosos atentados del 11 de marzo de 2004 que causaron la muerte a 192 personas por lo que será siempre recordada y desde aquí rendimos un homenaje como recuerdo de aquel trágico suceso.

Fotos: - Estación de Atocha.

martes, 15 de julio de 2008

Atocha y Avenida Ciudad de Barcelona


ATOCHA Y AVENIDA CIUDAD DE BARCELONA


Situada entre la Avenida Ciudad de Barcelona, la Glorieta del Emperador Carlos V, el Paseo del Prado y la Calle Atocha, entre otras. Por aquí se iba a la antigua ermita de la Virgen de Atocha (donde hoy está la Basílica de Nuestra Señora de Atocha).


Existen varias versiones acerca de la procedencia del nombre de Atocha. Según algunos, en los alrededores de Madrid había unas plantas parecidas al esparto llamadas “atochas” y la ermita se hallaba rodeada de estas, de donde tomo el nombre la virgen. Otros opinan que Atocha viene del griego Teotokos, cuyo significado es Madre de Dios, derivandose al final en Tocha que da lugar a Atocha. Otros defienden que Atocha es corrupción de Antioquia, lugar de donde se cree que procede la imagen. Así Nuestra Señora de Antioquia procedente del latín Antiochía se abrevió en antiocha y de ahí a Atocha.


A mediados del siglo pasado se construyó un paseo de ronda bordeando la antigua cerca que se derribaría en 1868. Se creó un largo paseo que prácticamente daba la vuelta a la ciudad y que seguía el mismo itinerario que la citada cerca. Los distintos tramos que lo componían tomaron diferentes nombres. La ronda de Atocha debe su nombre a la antigua Glorieta de Atocha (hoy Plaza del Emperador Carlos V) en la cual comienza.


La Avenida Ciudad de Barcelona es la antigua Avenida del Pacifico, la calle principal del Barrio de igual nombre, así bautizado en recuerdo de las grandes hazañas de La Marina Española en las Costas de Chile y Perú en 1865. Como a mediados de nuestro siglo se consideró que la Calle de Barcelona era muy poca calle para una ciudad tan importante como la Condal, esta amplia Avenida recibió el largo nombre de Avenida de Ciudad de Barcelona.


En esta zona están situados la Estación de Atocha, el Monumento dedicado a los atentados del 11 de Marzo de 2004, el Museo de Antropología y el Ministerio de Agricultura, entre otros.


Fotos: - Estación de Atocha.

Estación Histórica y Monumento Impropio


ESTACIÓN HISTÓRICA Y MONUMENTO IMPROPIO


Quizás por el tipo de estructura en la que está realizada la Estación de Atocha suele llamar la atención desde cualquier punto de la Plaza del Emperador Carlos V. No me cansaré de admirarla, me parece un edificio hermoso, antiguo y muy bien conservado, aún me sorprende que todavía lo conservemos intacto y que debido al ansia de construcción y modernización no lo tiráramos abajo en su día. También creo que fue muy acertada la colocación de los jardines, terrazas de cafeterías y tiendas existentes en su interior para hacer más amena la espera al viajero.


No puedo opinar lo mismo del Monumento que se decidió erguir como representación de un hecho que todos condenamos. Creo que el Monumento actual que representa un recuerdo a los atentados de Marzo de 2004 no fue una elección adecuada, pienso que debería haberse elegido otro tipo de instrumento o forma que identificará tal circunstancia de una manera más apropiada.

El Último Tren


EL ÚLTIMO TREN


Allí estaba sentada en el banco de aquel anden, veía la gente pasar como marionetas sin rumbo fijo, iban de un lado para otro, maletas de diversos tamaños les acompañaban en sus manos, igual que se encontraba ella.

Por su mente pasaban pensamientos agolpados, peleándose entre sí para saber cual sería su próximo destino. Necesitaba cambiar de ciudad, sus últimas experiencias vividas no habían sido nada buenas, un cambio de empleo y amistades la vendría bien, donde se encontraba ahora la estaba ahogando, quizás conocer gente nueva, nuevos aíres la harían resurgir de nuevo como el Ave Fénix.

A lo lejos oyó el silbato de un tren, hacia su entrada en la estación. La multitud se iba arremolinando esperando su entrada total para poder acceder a él.

Miró el luminoso de horarios de próximos trenes: Barcelona, Valladolid, Sevilla, Madrid… Madrid, sí, ahí empezaría otra vez, una ciudad grande donde nadie la reconociera al pasear por sus calles, nadie la señalaría con el dedo ni cuchichearía a sus espaldas. Dirigió su mirada al convoy que acababa de llegar y lo vio: Destino Madrid. Se apresuró a levantarse, su salida sería en cinco minutos escasos, corrió a la taquilla y compró un billete de ida, no pensaba regresar por algún tiempo al menos hasta que las cosas se calmaran y él no se atrevería a ir a buscarla, ni siquiera sabría donde estaría, ella no pensaba decírselo, ya se habían hecho bastante daño y habían roto todo tipo de comunicación, su familia tampoco le diría donde encontrarla.

Sentada en el vagón los acontecimientos anteriores se iban sucediendo, era como si delante de ella estuvieran retransmitiendo una película de su vida, puede que tuviera que ser así pues estaba dejando todo su pasado atrás, su vida anterior. Con estos pensamientos y el traqueteo del tren se quedó dormida.

Un delicado movimiento la despertó. Al abrir los ojos una voz le susurraba:

- Señorita, ya hemos llegado, debe usted abandonar el tren, ¿puedo ayudarla?- un chico alto y apuesto que había estado sentado a su lado durante todo el viaje la avisaba.

- ¡Disculpe!, me quedé profundamente dormida, ¡cuanto lo siento, que tonta!- respondió Alicia.

- No se preocupe, es normal, en un recorrido así solemos todos quedarnos un poco traspuestos, ¿la ayudo entonces?- la sonrió amablemente.

- Si, gracias, es usted muy cortes.

- No hay porque darlas, permítame que me presente mi nombre es Raúl, ¿el suyo? perdone mi intromisión pero creo que es usted de fuera, es decir, que no es madrileña, ¿me equivoco?- preguntaba Raúl un tanto curioso.

- Alicia, no, no soy madrileña, vengo aquí por una temporada- contestó nerviosa.

- No quería inquietarla, su rostro cambió de color, ¿se encuentra bien? ¿la acercó hasta algún sitio? Tengo aquí mismo el coche, en el aparcamiento de la Estación, pronto se acostumbrará a esto- dijo Raúl.

- No es nada, bueno la verdad es que tengo que buscar un Hotel donde hospedarme hasta encontrar un trabajo y algún piso que pueda alquilar, tengo algo de dinero ahorrado pero no durará mucho me temo, no conozco la ciudad, es la primera vez que vengo aquí- explicaba Alicia apenada.

- Mmmm, creo que yo puedo hacer algo al respecto con eso, de momento si no la parece mal en vez de a un Hotel la llevaré a mi casa, comparto piso con un compañero y estamos buscando inquilino para la otra habitación que nos sobra, así que con eso ya tendría un problema solucionado. ¿Qué la parece? ¿me acompaña?- una sonrisa iluminó su cara.

Normalmente Alicia no aceptaría una oferta así por las buenas, apenas conocía a Raúl, pero estaba muy confundida y además parecía un buen chico y sincero

- Trátame de tu si vamos a compartir casa, me parece bien y te doy las gracias por toda la ayuda que me estas prestando, espero recompensarte algún día por ello- alegó.

- Vamos entonces.

Mientras salían Raúl le explicaba a Alicia que se encontraban en la Estación de Atocha. Al observar la construcción que le indicaban, la muchacha podía distinguir dos edificios de distintas épocas, uno moderno y otro con una estructura que parecía más antigua que la del que ellos acababan de abandonar, el elemento de conexión de ambos inmuebles parecía ser la torre de un reloj, un lugar demasiado bonito para ser solamente una estación, pensaba la mujer. Aquello que veía en el medio, aquel cilindro, era el Monumento por las victimas del atentado que hubo en Madrid el 11 de Marzo de 2004 donde murieron tantas personas, comentó el muchacho.

Cuando llegaron a casa de Raúl, estaba allí su compañero Toni. Hicieron las presentaciones oportunas y dejaron que Alicia se acomodara en su nuevo alojamiento después de enseñarle la casa.

- Ponte cómoda y descansa, mañana Lunes te llevaré a la empresa en la que Toni y yo trabajamos, quizás necesiten alguna Secretaria o Recepcionista, puede que haya un puesto vacante para ti y poco a poco los dos te enseñaremos la ciudad para que sepas manejarte tu sola- la intentó tranquilizar Raúl.

- Gracias a ambos, no se como os agradeceré todo esto- les dijo Alicia mientras los dos chicos cerraban la puerta del dormitorio tras de sí.

- Descansa, te vendrá bien- dijeron a dúo.

Autor: Raquel Sánchez.

Relatos Jamás Contados

miércoles, 9 de julio de 2008

Abrazando El Olvido


ABRAZANDO EL OLVIDO


¿Quién no ha querido alguna vez olvidar? Muchas veces la mayoría de nosotros hemos anhelado conseguir algo, un sueño, una persona, una cosa…. de tal manera que ponemos todo nuestro empeño por alcanzarlo, llegando a veces a engancharnos de tal forma que somos incapaces de dejar atrás esas ansias por obtener nuestro objetivo por miedo. Miedo a seguir adelante, a continuar el camino en soledad, a fijarnos otras metas, a tomar otros rumbos que nos hagan vivir otras experiencias de las cuales iremos aprendiendo a través de nuestros errores o aciertos en la toma de las decisiones propias que vamos realizando en el destino de cada uno. Todo aquello que hacemos a lo largo de nuestra vida tiene unas consecuencias para nosotros mismos y para las personas que se cruzan en ella.

Alguna vez hemos querido olvidar, liarnos la manta a la cabeza, enfrentarnos al futuro y empezar una nueva vida en un lugar distinto, con gente diferente ¿Cuántos se atreven a hacerlo? Pocos, pero aún hay personas valientes que corren riesgos por aquello que desean y no lo dudan, se lanzan. En “Abrazando el Olvido” comienza un serial o una novela en donde los personajes protagonistas de nuestros relatos pasan por distintas situaciones que reflejan lo comentado anteriormente. Les acompañaremos por diferentes lugares de Madrid y viviremos con ellos los distintos avatares que les ocurrirán. Sin más comentarios que realizar os dejo con “Abrazando el Olvido” ¡Silencio, cámaras, acción, se rueda!

Historia del Desfile de La Hispanidad (2ª Parte)


HISTORIA DEL DESFILE DE LA HISPANIDAD (2ª Parte)


El 12 de octubre de 1935 ya fue celebrado en Madrid el Día de la Hispanidad. A la española hora de las cinco de la tarde Ramiro de Maeztu pronunció un discurso en la Academia Española, sobre el Descubrimiento y la colonización de América. Y con el título "El Día de la Hispanidad" publicó un artículo en el número inaugural de Hispanidad, revista quincenal cuyo primer número está fechado precisamente el 12 de octubre de 1935. En el segundo número de esa revista puede leerse: «La conmemoración de la fiesta de la Hispanidad. Con gran brillantez se ha celebrado este año el día de la Hispanidad. Toda España se ha sumado a su conmemoración. Y no solamente en España. En América, ni qué decir. En cuanto al extranjero, allí donde existe un núcleo de españoles se han reunido y han brindado por la raza Española.» Ese mismo día de la Raza, en Sevilla, se inauguró el XXVI Congreso Internacional de Americanistas.


Un año después, en octubre de 1936, Ramiro de Maeztu fue asesinado. Pero su Defensa de La Hispanidad volvió a publicarse en 1938, en plena Guerra Civil Española, y sus ideas se convirtieron en uno de los principales soportes ideológicos de la época.


No debe extrañar, por tanto, que incluso antes de alcanzarse la paz en España, en las celebraciones del 12 de octubre se fuese generalizando en medios oficiales, desde muy pronto, la denominación Día de la Hispanidad o Fiesta de la Hispanidad, aunque, sobre el papel, el decreto de 1918, de Antonio Maura y Su Majestad el Rey Alfonso XIII, que denominaba Fiesta de la Raza a la Fiesta Nacional Española, conmemorativa del Descubrimiento de América, se mantuviera en vigor durante cuarenta años.


El 12 de octubre de 1939, tras poco más de seis meses de posguerra, la celebración oficial del día de la Raza, presidida por el Caudillo Francisco Franco, tuvo lugar en Zaragoza, con una especial devoción a la Virgen en el día del Pilar, pero sobre todo como Día de la Hispanidad, símbolo de la nueva política interior y exterior que se propugnaba. El significado profundo de las fiestas fue la compenetración íntima del homenaje a la Raza y la devoción de Nuestra Señora del Pilar, es decir, el símbolo de la unión cada vez más estrecha de América y España.


En 1943 la celebración oficial en España del Día de la Hispanidad fue objeto de especial atención, por cuanto se vinculó a la reinauguración de la Ciudad Universitaria de Madrid, destruida durante la Guerra: «Hoy, Día de la Hispanidad con la solemne inauguración de la Ciudad Universitaria y el curso académico 1943-44, se celebra el Día de la Hispanidad».


Aunque, legalmente, el Día de la Hispanidad no alcanzó reconocimiento en la España del Franquismo hasta 1958, cuando un decreto de la Presidencia del Gobierno de 9 de enero de 1958 estableció: «Dada la enorme trascendencia que el 12 de Octubre significa para España y todos los pueblos de América Hispana, el 12 de Octubre será Fiesta Nacional, bajo el nombre de Día de la Hispanidad.»


En 1981, tras la restauración democrática y en vigor la Constitución Española de 1978, el Real Decreto 3217/1981, publicado en el primer Boletín Oficial del Estado del año 1982, refrendó el 12 de octubre como «Fiesta Nacional de España y Día de la Hispanidad».


Pero en 1987 la Ley 18/1987, aunque ratifica –frente a quienes pretendían elevar de categoría la conmemoración del 6 de diciembre, Día de la Constitución de 1978– como Festividad Nacional de España el día asociado al Descubrimiento, y «establece el Día de la Fiesta Nacional de España en el 12 de octubre», prescinde de la denominación Día de la Hispanidad.


Desde entonces se vienen celebrando año tras año las distintas conmemoraciones y desfiles en los numerosos países que componen el Planeta.


Fotos: - Desfile del Día de La Hispanidad.

Historia del Desfile de La Hispanidad (1ª Parte)


HISTORIA DEL DESFILE DE LA HISPANIDAD (1ª Parte)


La Fiesta Nacional de España o Día de la Hispanidad conmemora la efeméride histórica de la llegada de los españoles a América. La celebración tiene lugar cada 12 de octubre, donde se celebra un desfile militar en la Plaza de Colón de Madrid en el que asisten Su Majestad el Rey junto a la Familia Real y los representantes más importantes de todos los poderes del Estado, además de la mayoría de los presidentes de las autonomías Españolas.


El "Descubrimiento de América" fue trascendental para el país iniciando un periodo de proyección lingüística y cultural en América.


El 12 de octubre es conocido como el Día del Pilar, por ser la onomástica del día, siendo la Virgen del Pilar patrona de la Hispanidad y de la ciudad de Zaragoza en particular.


El término oficial en la actualidad es el de Fiesta Nacional de España según Ley 18/1987.


Hispanidad es un término del español clásico, que a principios del siglo XX había ya caído en desuso. Pero en 1926 el sacerdote español Zacarías de Vizcarra propuso, en un artículo que publicó en Buenos Aires, que "Hispanidad" debiera sustituir a "Raza" en las celebraciones del 12 de octubre. La celebración del 12 de octubre como Fiesta de la Raza había sido propuesta en 1913 por Faustino Rodríguez-San Pedro desde la organización Unión Ibero-Americana, y en 1918 alcanzó en España el rango de Fiesta Nacional con esa denominación. Denominación ampliamente utilizada de hecho en distintas Repúblicas Americanas que habían reconocido también el 12 de octubre como Fiesta Nacional, sin nombre alguno o bajo otros rótulos.


El 15 de diciembre de 1931, Ramiro de Maeztu, que había sido Embajador de España en Argentina en 1928 y 1929, abrió la revista "Acción Española" con un artículo titulado "La Hispanidad".


A lo largo de 1932 y 1933 Maeztu fue puliendo y popularizando su idea de La Hispanidad, que quedó consagrada en la primavera de 1934, cuando apareció su libro "Defensa de la Hispanidad". Aunque no fue, por supuesto, el único que comenzó a utilizar el nuevo término.


Fotos: - Desfile del Día de La Hispanidad.

miércoles, 2 de julio de 2008

El ejército ocupando las calles


EL EJÉRCITO OCUPANDO LAS CALLES


A las diez en punto hicieron su entrada por el paseo Sus Majestades acompañados por el resto de la Comitiva Real, el pueblo les aplaudía con fervor, las cámaras tirándoles fotos se volvían locas, la cara de ilusión que vi en la turista Argentina con la que estuve conversando al verlos me emocionó, no sólo son queridos aquí en España sino que ese calor que infunden, esa Humanidad también llega más allá de nuestras fronteras.

El Desfile se inició con el saludo de los Reyes a las personalidades asistentes, el pase de revista a las tropas de Su Majestad, el homenaje a los caídos, el izado de la bandera con toque del Himno Español, una exhibición de la compañía Paracaidista que hizo volar la bandera por el cielo madrileño y la posterior pasada de la Patrulla Águila dibujando la misma en el firmamento por encima del Edificio conocido como “El Enchufe” acompañada del resto de las fuerzas aéreas que componen nuestro Ejercito.

Con todo esto empezó la pasarela, como si de moda se tratara, de todos los cuerpos que forman las distintas compañías encabezadas por las banderas entre las cuales figuraba la de Estados Unidos como invitada, a estas les siguieron los distintos carros de combate que hacían retumbar el asfalto y que imponían respeto a su paso a los espectadores pues pensábamos que en cualquier momento alguno de aquellos cañones podría soltarse si no estaba bien amarrados y girar hacía el personal asistente.

Los soldados que forman los cuerpos de cada especialidad fueron pasando delante de nuestros ojos uno tras otro hasta llegar a los Legionarios encabezados por su famosa Cabra, formando como un miembro más y los Regulares que cerraban el evento, fueron ambos muy vitoreados por el pueblo, estos últimos son los que más atención causaron sobre mí pues conociendo que mi padre había prestado sus servicios en Regulares de Cádiz y Ceuta pude ver su reacción ante su paso, sus ojos se llenaron de lágrimas quizás debido a la añoranza que sentía y los buenos momentos que pasó en aquellos años, solamente por ver su cara en esos momentos de felicidad había merecido la pena estar allí ese día.

Una vez terminado el Desfile, los primeros en abandonar el lugar fueron Los Reyes acompañados de nuevo del resto, una vez más aplaudidos hasta enrojecer las manos, detrás lo hicieron el resto de personalidades políticas los cuales hicieron levantar los pitidos y abucheos.

Regresando a casa observamos a los niños subidos en los tanques, el Ejercito permitía que todo aquel que quisiera verlos por dentro tuviera la ocasión y oportunidad de hacerlo, si ya había sido impresionante verlos circular, ahora estando parados parecían aún más grandes y espectaculares.

Repasando las fotos realizadas a mi regreso, mi padre me preguntó que cuantas podía haber tirado en esas horas, pues había visto que no paraba de enfocar a todo lo que iba circulando delante mía, mi respuesta fue directa cien fotos o más, había ocupado todo el espacio de la tarjeta pues no había cosa que no me pareciera interesante inmortalizar, se quedó con la boca abierta y me hizo prometer que luego le enseñaría una a una para comprobar que había fotografiado también a sus queridos Regulares sino entre él y yo habría algo más que palabras sino lo hubiera realizado después de haberlos tenido a un paso.

Este comentario hizo surgir en mí una sonrisa y quiero que estas simples letras que aquí pongo sirvan como un pequeño homenaje y dedicatoria que te hago llegar con la firme promesa de que no será el único año que haga brotar lágrimas de felicidad en tus ojos, espero poder contar con tu grata compañía, historias y anécdotas por ti vividas durante los muchos años venideros y rutas que recorreremos ambos de la mano, desde aquí te envío mis gracias y algo que pocas veces te digo aunque lo sienta en el fondo de mi corazón: Te quiero Papá.

Día de La Hispanidad (12 de Octubre)


DÍA DE LA HISPANIDAD (12 DE OCTUBRE)


Eran las ocho de la mañana cuando sonó el despertador, debía de hacer un pequeño esfuerzo, al menos la ocasión lo merecía, el desfile no empezaba hasta las diez de la mañana pero si quería tener una buena vista debía de llegar allí temprano para poder coger un sitio de privilegio.

Era la primera vez que acudía a verlo, años antes no se me ocurrió la idea de ir a presenciarlo en vivo, aún viviendo en Madrid. La noche anterior lo estuve comentando con mis padres y decidió unirse a mi excursión mi padre, él también quería ir. Nos levantamos, nos arreglamos, cogimos algo para desayunar por el camino y a las ocho y media ya estábamos en la parada de la Línea del autobús que nos conduciría a un punto próximo al lugar central donde se produciría el evento.

Ya montados en el autobús y con el fresquito de primera hora de la mañana, íbamos comentando las peripecias de mi padre cuando estaba haciendo el servicio militar y que la mayoría de la gente que se encontraba allí montada debía dirigirse al mismo sitio pues también hacían alusiones a lo que dentro de unas horas iba a acontecer por el Paseo de la Castellana Madrileña. Llegamos a Atocha y el conductor del vehículo nos informa a todos los ocupantes que debemos bajar allí porque el resto del itinerario está cortado y no puede acceder a Cibeles que sería su final de recorrido habitual, así pues desocupamos todos el habitáculo y recorremos el resto del itinerario a pié.

Según vamos paseando dejamos atrás el Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemissa, la Plaza de la Lealtad, el edificio de La Bolsa, la Fuente de Neptuno, dos de los famosos Hoteles de Madrid (Palace y Ritz), el Museo Naval y por fin llegamos a Cibeles, donde con asombro e incredulidad veo llegar un autobús correspondiente a la misma Línea que habíamos cogido anteriormente y bajar pasajeros de él, el comentario mío y de mi acompañante fue: “Bueno nos hemos dado un paseo mañanero a costa de la broma del buen transportista”.

Decidimos buscar un sitio cómodo, con buenas vistas y no muy cercano a la Plaza de Colón, donde se encuentra la Tribuna Real, ya que supondríamos que estaría atestado de público, así que nos encaminamos por el Paseo de Recoletos y en uno de los jardines del lado derecho que separa el tramo lateral de la vía central vemos un pequeño hueco donde hay un trozo de valla con unos matorrales detrás que parece el lugar perfecto para ver el desfile en primera línea, allí nos dirigimos. Una vez situados y saludando a los que allí se encontraban ya, la gente va llegando poco a poco hasta tal punto de vernos totalmente rodeados con la única salvedad que sabíamos que no sufriríamos ni codazos ni empujones pues delante nuestro estaba la valla de la carretera rodeada por los Policías y detrás teníamos cubiertas las espaldas por los matorrales.

Hasta el comienzo del paseo de las fuerzas militares estuve charlando animadamente con unos Argentinos que se encontraban a mi izquierda, se preguntaban por donde vendrían los Reyes y yo al oírles les comenté que normalmente hacían su entrada desde Cibeles hacia Colón, estando en esa conversación de repente algo nos sorprendió un chaval se dirigió a nosotros dándonos dos Euros en la mano diciendo que lo pasáramos hacía adelante de la fila de gente que se había formado, le pregunté que a quien se lo tenía que entregar y sólo me dijo que lo pasara simplemente, así lo hice, el dinero iba pasando de mano en mano, la gente bromeando sobre si alguien aprovecharía para guardárselo en el bolsillo y sin más seguí conversando con mis interlocutores sobre sus viajes, Madrid, etc.. habrían pasado unos 5 minutos cuando sentí un golpe en mi hombro, ahora provenía de mi derecha, era otro chico que me daba una banderita de España para que la hiciera llegar a la persona que había enviado los Euros anteriores, las carcajadas posteriores que seguían al pasó de la bandera se oían entre la multitud, ya todos pensábamos que se trataba de una jugarreta, vuelven a golpearme el hombro y era el mismo chaval está vez devolviéndome los Euros parece ser que la persona destinataria regalaba este obsequio al individuo del origen, aquí ya lo consideramos todos como una anécdota a contar destacando la honradez de las manos por donde circularon ambas cosas que en ningún momento hicieron desaparecer el envío.

Un Sueño Cumplido


UN SUEÑO CUMPLIDO


- Si hoy pudiera saber lo que alcanzó y significó su hazaña, aquella que a los marineros que tenía a su cargo les parecía una locura, se sentiría orgulloso, quizás no por no haber conseguido su empresa sino por encontrar un nuevo mundo.- narraba uno de sus antiguos compañeros de viaje.


Estaba sentado en aquella vieja mesa de madera del rincón, con el banco carcomido por el paso del tiempo, si aquellas paredes pudieran hablar contarían miles de secretos allí guardados con los años. La gente se había arremolinado a escucharle, el hijo del tabernero de “El Gato Negro”, que apenas contaba con seis primaveras, se había acercado a aquel marinero con valida experiencia en navegación para que le contara otra de sus historias vividas y el resto de los presentes se acercaban poco a poco al oírle hablar.

Se refería a Cristóbal, era el mediano de 5 hermanos, siendo uno de los dos que pronto tuvieron vocación marinera, contaba con quince años cuando ya era marinero y a los veinte ya ostentaba el mando de un navío. Numerosas eran las travesías que cargaba a sus espaldas, pero la que le otorgó mayor reconocimiento en el Mundo entero, aún después de muerto, fue la búsqueda de una ruta más corta para llegar a Asia por Occidente en vez de por el Este como venían haciendo los Portugueses, desde entonces el nombre de Cristóbal Colón iba de boca en boca.

Transcurría el mes de Abril de 1492 cuando Cristóbal se presentó ante los Reyes Católicos y tras largos debates consiguió que le otorgaran el permiso para reclutar una tripulación que embarcara rumbo a su objetivo, discutido tantas veces con unos y con otros.

Fue el 3 de Agosto de 1492, en Cádiz, desde el Puerto de Palos de La Frontera donde partieron los tres navíos bautizados con los nombres de La Pinta, La Niña y La Santamaría que tras largos y costosos preparativos emprendieron camino hacia dicha aventura. El entusiasmo que existía entre los navegantes se contagió al pueblo que fue a despedirles, era una mañana de verano muy calurosa, el mar estaba en calma, el reflejo del Sol en las aguas cristalinas hacían daño en los ojos azulados de nuestro Capitán.

Los días iban pasando, la rutina iba apoderándose en las tareas de los habitantes de los barcos, era ya el mes de Octubre y aún no habían tocado tierra, los hombres estaban exhaustos, el viaje no resultó nada fácil, todos los cálculos previamente realizados ya se habían desestimado. Así comenzó el plan de amotinamiento contra el Capitán para dar la vuelta y regresar a casa el 11 de Octubre. Esperaron a que oscureciera y cuando todos los mandos hubieran entrado en el primer sueño, un grupo de cuatro o cinco hombres se harían con el timón, una vez tomado uno de los navíos los otros dos les seguirían sin problemas.

El plan iba sobre ruedas, el Capitán y el Contramaestre se retiraron pronto a sus camarotes, los hombres salieron de los suyos y se encaminaron hacía el que estaba llevando el rumbo en esos momentos, no tardó mucho en armarse el primer griterío intentando avisar a los superiores, los puñetazos y caídas al agua de algunos se fueron sucediendo, no querían disparar a sus compañeros pero si era necesario no dudarían en hacerlo aunque había algo con lo que no contaban. Martín Alonso Pinzón apareció por la escalinata, era una escena dantesca, hombres semidesnudos corriendo de un lado a otro, otros tirados en el suelo con la sangre chorreando por la comisura de sus labios, era el único que iba armado y que contaba con balas, antes de retirarse a sus aposentos y en previsión de lo que podía ocurrir, retiró todas las balas de las armas del personal, se disponía a pegar un tiro al aire cuando desde lo alto del mástil una voz, la de Rodrigo de Triana, chillaba: ¡TIERRA A LA VISTA!.

Los hombres quedaron paralizados dirigiendo su mirada hacía donde Rodrigo señalaba, era cierto, a lo lejos, aunque la oscuridad de la noche no dejaba divisarlo con claridad se veía un montículo pequeño, parecía una montaña que a medida que avanzaban aumentaba, en los otros dos navíos no tardaron en confirmarlo sus vigías: ¡TIERRA A LA VISTA!, chillaban.

El Capitán que había seguido a Pinzón una vez que oyeron el alboroto, uniformado, mandó que todos tomaran sus posiciones y pusieran rumbo hacía lo divisado, antes de que despuntara el alba los hombres ya estaban bajando los enseres en la playa, por fin mi sueño cumplido, hemos llegado a Asia pensaba Cristóbal. Pronto ordenó que emitieran nota a Sus Majestades para informales de lo ocurrido.

Esta era la historia que narraba Rodrigo en aquella taberna y todos escuchaban anonadados.

- Lo que nunca llegó a conocer Cristóbal después de realizar cuatro viajes a las tierras encontradas, pues murió antes, fue que lo que él descubrió un 12 de Octubre de 1492 era lo que hoy conocemos como América y no Asia como él pensaba, conectó por vía marítima dos pueblos que no sabían de la existencia el uno del otro y que ese día fue recordado en todo el mundo como El Día de La Hispanidad o La Raza, ¡que tiempos!.

Autor: Raquel Sánchez.

Relatos Jamás Contados