miércoles, 22 de abril de 2009

Casino de la Reina


CASINO DE LA REINA

El Casino de la Reina es una casa de recreo o casa de campo con grandes jardines que el Ayuntamiento de Madrid regaló a la Reina Doña Isabel de Braganza, segunda esposa del Rey Fernando VII, según el acuerdo que se llevó a cabo el 5 de abril de 1817. Un vasto terreno situado junto a la Ronda de Toledo y popularmente conocido como la “Huerta del Clérigo Bayo”, para que allí se estableciera una quinta y jardín de recreo para su disfrute personal, que en adelante será conocida como el Casino de la Reina. Ubicada en la actual plaza de Embajadores y limitada por las calles de Embajadores, Portillo de Embajadores, Rondas y Ribera de Curtidores. En los albores del siglo XXI el recinto está ocupado por una serie de edificios docentes y los jardines han quedado muy reducidos.

Tras haber hecho el acuerdo del regalo, el Ayuntamiento de Madrid se dispuso a realizar la adquisición de los terrenos y del edificio y el día 24 de abril de 1817 adquirió la Huerta de Romero, cuyo propietario era Manuel Romero, que había sido Ministro de Justicia en los tiempos de José Bonaparte. Manuel Romero, a su vez, había adquirido la finca en 1808, tras haberle sido arrebatada a los clérigos regulares de San Cayetano por el gobierno intruso. A esta compra había añadido las de varias casas y el Almacén Municipal de Aceite y Pescado (situado todo ello en la calle del Sol, que en el siglo XXI se llamaba calle del Casino). Después había mandado construir una casa - palacio y había embellecido el lugar con un jardín.

A finales de 1817, el Ayuntamiento decidió que la finca comprada no era lo suficientemente grande, así es que compró otras cuatro posesiones para completar la superficie, cuya extensión es la que se conoce en la actualidad. Los nuevos añadidos fueron:

* Un corral que pertenecía al mayorazgo de Gil Imón (fundado en el siglo XVII por Don Baltasar Gil Imón de la Mota).

* Un corral cuya fachada daba a la Ribera de Curtidores, propiedad de don Manuel Martínez Muro.

* Una casa - fábrica de alfar, en la calle de Mira el Sol, propiedad de Don Ventura Mazarrón.

* Un gran solar que contenía también un tejar - fábrica de ladrillos, perteneciente a Don Miguel Picazo Cobobriz. Estas dos últimas pertenencias procedían de la antigua Huerta del Bayo.

Finalmente la finca quedó configurada en forma de hexágono irregular, con una extensión de 13 fanegas, 4 celemines y 160 pies de superficie. Su perímetro fue cerrado por una cerca y se plantaron abundantes árboles frutales y de sombra. El jardín llegó a ser muy bello, con paseos, fuentes y rías, además de los edificios.

martes, 14 de abril de 2009

Museo Arqueológico Nacional: Historia


MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL: HISTORIA

El Museo Arqueológico Nacional (nombre oficial) está situado en la calle Serrano, en el llamado Palacio de Bibliotecas y Museos, que comparte con la Biblioteca Nacional, al lado de la Plaza de Colón.El Museo se fundó en 1867 por Real Decreto de Isabel II. Su creación estuvo motivada por la necesidad de disponer de un museo donde, al igual que en los restantes países europeos, se pudieran conservar, clasificar y exponer los materiales arqueológicos, etnográficos, de artes decorativas y numismáticos que habían reunido los monarcas españoles en la Real Biblioteca, en el Real Gabinete de Historia Natural y en otras instituciones.

Posteriormente, este patrimonio se ha incrementado con compras, donaciones e ingresos de materiales procedentes de excavaciones arqueológicas realizadas en las distintas provincias españolas.

La primera sede fue provisional. El Museo se instaló en un antiguo palacete de la calle de Embajadores llamado el Casino de la Reina, que había pertenecido a Isabel de Braganza, esposa de Fernando VII. El edificio ocupaba los terrenos de una antigua finca conocida como la huerta de San Felipe Neri.

Se empezó a construir en 1866 sobre los planos de Francisco Jareño y Alarcón, pero las obras no concluyeron hasta 1892 bajo la dirección de Antonio Ruiz de Salces. En 1895, sus fondos fueron trasladados definitivamente al Palacio de Biblioteca y Museos, realizado por el arquitecto Francisco Jareño de Alarcón en estilo neoclásico, ocupando las plantas que dan a la calle Serrano y parte de las laterales. Es de planta rectangular, con cuatro grandes patios interiores. La fachada que da a la calle de Serrano presenta una portada con columnas dóricas en la entrada y una columnata jónica de la balconada en el piso superior. En el jardín de acceso se encuentra la reproducción del techo de los policromos de la Cueva de Altamira, cuyo original se encuentra en Santillana del Mar (Cantabria).

Entre las reestructuraciones espaciales posteriores, la más importante se llevó a cabo entre 1968 y 1981: las tres plantas originales se convirtieron en cinco y se reinstalaron todas las colecciones con nuevos conceptos museográficos. En la actualidad, se proyecta una renovación completa del edificio y de la exposición permanente. En enero de 2008, se anunció que por dichas obras se clausurarían muchas de las salas, si bien permanecería visible una exposición de "Obras maestras" de acceso gratuito.

El Museo Arqueológico Nacional contaba en el año 2003 con 34 salas que abarcaban 22 periodos de la cultura e historia de España.

Museo Arqueológico Nacional


MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL


Me enteré, a través de un libro que me dieron a la salida de la Estación de RENFE cuando me dirigía a mi lugar de trabajo, que en un Museo cercano por el que solía pasar todos los días iban a realizar una exposición de la cultura Etrusca. Este edificio no era otro que el Museo Nacional Arqueológico de Madrid.

De este modo decidí que esa sería mi nueva visita a realizar. Como no dispongo de otros días sigo con la tónica de realizar mis excursiones los fines de semana en los que cuento con algo de tiempo libre. Como todos sabréis los días laborables suele haber menos cantidad de visitantes en tales sitios y normalmente toda instalación de este tipo suele realizar su descanso los Lunes.

Como me ha ocurrido normalmente en los lugares que he visitado, he tenido la fortuna de elegir el día en el que la entrada al recinto en cuestión es gratuita y en la entrada me informan que al haber llegado antes de las diez y media de la mañana tengo la oportunidad, si no se ha cubierto el aforo, de optar por una visita guiada a dicha exposición realizada por expertos en la materia que al final de la misma nos obsequiarán con algún artículo referente a la exposición.

El aforo para la exposición cuando llegué ya estaba cubierto así que realicé mi vista de forma libre examinando las distintas salas que componen el lugar que van desde restos arqueológicos antiguos hasta descubrimientos mas recientes, tendréis ocasión de observar las piezas expuestas en el álbum de fotos adjunto.

Al terminar mi visita la cual duró durante algunas horas, pues había recorrido previamente otros lugares como la Plaza de Colón y sus edificios aledaños, mi intención era ir al otro edificio que comparte ubicación con el Museo, La Biblioteca Nacional, pero al ser la hora de la comida y algo en mi interior decirme que si no alimentaba mi cuerpo aparte de mi espíritu y cultura no podría seguir adelante, postergué la visita para otra ocasión.


Nota: A partir del día de hoy los relatos que acompañaban a mis andanzas estarán publicados en el blog de Relatos Jamas Contados . Se pondrán reseñas en aquellas entradas que lleven un relato adicional al texto del lugar que se ha visitado, este caso es uno de ellos: Una tarde en el Museo . Disculpar las molestias y a seguir disfrutando con la lectura.