viernes, 10 de septiembre de 2010

Taller de Coches de Recoletos

TALLER DE COCHES DE RECOLETOS


Situado en el Paseo de Recoletos, sobre el solar del antiguo Convento de los Agustinos de Copacabana, desamortizado en 1836, fue construido en 1845 por cuenta de Don Mariano Carsi, y bajo la dirección del arquitecto Aníbal Álvarez Bouquel.


Se trataba de un edificio de grandes dimensiones, estructurado en torno a una planta cuadrada abovedada de 68 m. de largo por 31 de ancho, y 14 de altura. Con una plantilla de unos doscientos operarios, llegaban a realizar de trescientos a cuatrocientos coches al año, utilizando para ello moderna tecnología como unas máquinas de vapor de 14 caballos.


El taller, que se incorporó en 1847 a la sociedad Collantes, Moore y Compañía, fue reconocido como el taller oficial de coches de la Casa Real.


Derribado en la década de 1860, su solar lo ocupan varias manzanas destinadas a edificios de viviendas.

martes, 10 de agosto de 2010

Merecido descanso

Hola a todos,

Un paseo por Madrid también se merece un descanso y, yo también, por eso, me he permitido tomarme unos días libres, para disfrutar y recopilar información y seguir deleitandoos con mis escritos.

Espero que en estos días de ausencia sigais visitando el blog y dejando vuestros comentarios y sugerencias, prometo volver con los bolsillos llenos de nuevos documentos y cosas de interés y con la batería a plena carga.

Os digo un hasta pronto, nos vemos en Septiembre, disfrutad del verano aquellos que podaís y a los que hayais vuelto ya de vuestras vacaciones os recomiendo que penseis en esos maravillosos días que habeis tenido.

Nos vemos a la vuelta.
Saludos.
Arwen.

jueves, 1 de julio de 2010

Convento de Agustinos Recoletos De Copacabana: Estructura


CONVENTO DE AGUSTINOS RECOLETOS DE COPACABANA: ESTRUCTURA


El monasterio: Las dependencias conventuales, tales como refectorio, celdas, enfermería, etc. estaban distribuidas en torno a dos patios. A su alrededor se extendía la amplia zona de huertas.


El templo: La fachada principal se estructuraba verticalmente en calles, correspondientes a los cinco arcos de medio punto que servían de acceso a la iglesia. Un frontón triangular con óvulo central remataba el conjunto.


La iglesia: Presentaba la planta característica del Barroco español: planta salón, de una sola nave con capillas laterales cerradas que conformaban espacios casi independientes del resto. Su iglesia debió ser sencilla aunque de buenas proporciones, destacando en su interior la Capilla mayor, cuyo patronato adquirió en 1673 para sí y sus sucesores Pedro Fernández del Campo, primer Marques de Mejorada y Secretario de Estado de Felipe IV. Los restos mortales del marqués y los de su esposa, Teresa de Salvatierra, se depositaron en unos sepulcros de mármol que se colocaron sobre las puertas del crucero, y fueron realizados por José Donoso.


Capillas: Entre ellas, hay que destacar la Capilla de Nuestra Señora de Copacabana, que albergaba la imagen de la patrona de Perú traída por Fray Miguel de Aguirre el 21 de noviembre de 1662. A diferencia del resto, no fue concebida con enterramiento para nobles, sino como un lugar de recogimiento para la comunidad. Llegó a tener tal importancia que acabó dando nombre al convento. El exterior de la capilla se decoró con pinturas de Herrera el Mozo, Sebastián de Llanos Valdés y Juan de Arellano, y en el camarín de la virgen obras de Lucas Jordán, el Greco y Luisa Roldán, La Roldana. También debió ser muy interesante la capilla del Santo Cristo del Desamparo o de los siete reviernes, cuyo patronato pertenecía a don Francisco de Sadaneta –regidor de la Villa- y a sus sucesores. En el interior de esta capilla se veneraba una imagen de un Cristo crucificado que realizó el escultor Alonso de Mena, por encargo del corregidor de Granada Juan Fariña.

lunes, 7 de junio de 2010

Covento de Agustinos Recoletos de Copacabana


CONVENTO DE AGUSTINOS RECOLETOS DE COPACABANA


El Convento de los Agustinos Recoletos o de Copacabana, en la ciudad de Madrid, estuvo en los terrenos ocupados actualmente por la Biblioteca Nacional y el Museo Arqueológico Nacional, así como diversas manzanas de viviendas.

El convento fue fundado el 25 de febrero de 1592 por doña Eufrasia de Guzmán, princesa de Asculi, bajo la advocación de San Agustín, sobre unos terrenos de Prado Viejo que fueron cedidos por la princesa a los Agustinos Recoletos o Descalzos, orden de reciente creación tras su separación de los Agustinos Calzados. No obstante, a lo largo de su historia ha sido más conocido por otros nombres, como el de Agustinos Recoletos, por estar habitado por religiosos de dicha orden, o de Copacabana, por venerarse en su interior desde 1662 una imagen de dicha Virgen, muy venerada por entonces en el Perú. Éste fue el cuarto convento que los Recoletos tuvieron en España.

La obra, comenzada en 1592, quedó suspendida hasta 1595. En 1620 se comenzó la iglesia, donde se albergó la imagen de la Virgen de Copacabana, copia de la existente en Perú. Los religiosos tomaron posesión del edificio el 25 de febrero de 1595, siendo su primer Prior Fray Juan de Vera. En primer momento, los Agustinos ocuparon las casas allí existentes, además de los terrenos cedidos por la fundadora, los monjes compraron a lo largo de la primera mitad del siglo huertas colindantes, ampliando notablemente la extensión del convento. Pero este primer edificio debió ser bastante pequeño y poco capaz, por lo que no tardaron los religiosos en construir uno nuevo. Más tarde, a principios del siglo XVI, comenzaron las obras del nuevo, que concluyeron el 27 de agosto de 1620. Las obras fueron encargadas a Luís de Valladolid, aunque según algunos autores participaron en su diseño el arquitecto Juan Martín más conocido por el nombre de Fray Juan de Nuestra Señora de la O y su hijo, arquitecto también, Fray Lorenzo de San Nicolás, ambos hermanos de la orden.

En este convento vivió y fue enterrado don Diego Saavedra Fajardo (Algezares, Murcia 1584-Madrid 1648), político, diplomático y escritor, que contribuyó a mantener en las cancillerías de Europa el prestigio de una España ya decadente. Los agustinos utilizaron la calavera de Saavedra Fajardo en los catafalcos, hasta que el convento fue derribado. En la huerta de los Recoletos eran sepultados los dependientes de la Legación inglesa, que no profesaban el dogma católico.

Tenía el convento una gran bodega donde se expendía al público, por cláusula testamentaria de Doña Misericordia Manuel, vino al por mayor y menor, con la condición de que hubiese un mico pintado con un vaso en la mano al que diariamente deberían medírsele dieciséis cuartillos de vino que, al no podérselo beber, se repartiesen entre los frailes que cantasen en el coro, y el doble si era día solemne.

En 1837 los monjes fueron expulsados y el convento desamortizado. El convento fue demolido tras su desamortización en 1836, y el 29 de noviembre de 1837, su solar fue adjudicado en pública subasta a Juan Álvarez de Mendizábal, el propio desamortizador. Posteriormente, el terreno fue vendido para construir un gran taller de coches, que llamado de Recoletos, fue realizado en 1845 por el arquitecto Aníbal Álvarez Bouquel. En la actualidad, su solar lo ocupan varias manzanas destinadas a edificios de viviendas y parte del palacio que alberga la Biblioteca Nacional y el Museo Arqueológico Nacional.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Paseo de Recoletos

PASEO DE RECOLETOS

Antiguamente recibió los nombres de Prado de Recoletos, Prado Nuevo y Paseo de Copacabana, este último por la imagen de esa Virgen que había en el convento de Agustinos.

El actual paseo comenzó a formarse a finales del reinado de Fernando VII, utilizándose como mano de obra a presidiarios; quizá en esto tenía algo que ver el hecho de que en el propio paseo existiese uno de los presidios que entonces existían en Madrid. Quien finalmente le dio el elegante aspecto que hoy conserva fue el duque de Sesto, cuando era alcalde de Madrid en 1864.

Donde actualmente se encuentra el palacio de Linares estaba la Alhóndiga, con la extensa panera de forma circular, obra del reinado de FernandoVI, capaz de contener cien mil fanegas (medida de capacidad para áridos equivalente a 55'5 litros) de trigo para abastecer a la población en los casos de excesiva subida del precio de los granos. El antiguo Posito pasó a ser, a mediados del siglo XIX, Cuartel de Ingenieros y el local de la Alhóndiga se utilizó para guardar los decorados del Teatro del Príncipe y de la Cruz. A continuación de esta edificación se encontraba el presidio anteriormente comentado que, junto con los de la Puerta de Toledo y calle Barquillo, contaba Madrid.

Remontándonos aún más en el tiempo, comprobamos que estos terrenos pertenecieron al desaparecido pueblo de Valnegral o Bajo Abroñigal (donde se fabricaba pan para el consumo de Madrid), y poseyéndolo doña Eufrasia de Guzmán, princesa de Ascoli, quiso fundar un Monasterio de Agustinos Descalzos o Recoletos.

Edificó su palacio, sobre estos terrenos, el Marqués de Salamanca. Seguían a este palacio los hornos de la puebla de Villanueva que, según algunos, dio nombre a la calle de dicho nombre. Las quintas del conde de Oñate y la de San Felipe Neri, en cuya huerta estuvo la escuela de Veterinaria y posteriormente se inició (1866) la construcción del palacio de Bibliotecas y Museos, hoy Biblioteca Nacional, completaban la línea oriental del paseo que terminaba en la Puerta de Recoletos.

martes, 4 de mayo de 2010

Recorrido con Leyenda


RECORRIDO CON LEYENDA

Puesto que tuve que postergar mi visita a la Biblioteca Nacional, como comenté en un apartado anterior, fui a conocer su interior coincidiendo con el día que celebraban Puertas Abiertas como consecuencia de la Fiesta del Libro.

Amaneció un día con lluvia y aunque el acceso empezaba temprano, creo que alrededor de las 9 de la mañana, tenía tiempo hasta las 2 que era cuando daban por finalizada la jornada. Pensé que debido al mal día no acudiría demasiada gente, pero estaba equivocada. Llegué al lugar rondando las 12 de la mañana, ya había formada una cola extensa y las invitaciones que estaban entregando eran para acceder al edificio a la 1,15. Así pues, cogí dos, una para mi acompañante y otra para mí y estuvimos esperando incansablemente bajo el paraguas cobijándonos del aguacero que caía incesantemente, al igual que el resto de las personas que nos rodeaban.

En los ratos que el agua nos daba una tregua pude aprovechar para fotografiar los exteriores. El ir y venir de la gente entrando y saliendo del recinto era constante. Nos fijamos que a todos los que iban abandonando el interior les daban un obsequio consistente en unas rosas y una copia de algunos de los fragmentos que formaban la primera Constitución creada en Cádiz.

A la hora exacta nos encontrábamos en el interior de la Biblioteca. Dentro, el personal que se encargaba de la visita, hizo varios grupos y para paliar el frío del exterior repartieron chocolate o café, según el gusto de cada uno y unos deliciosos bollos de acompañamiento, así como unas fundas para meter los paraguas y proteger el suelo de las gotas que estos pudieran dejar caer.

Enseguida los guías que iban a acompañarnos en el recorrido intentaron llamar nuestra atención entregándonos folletos explicativos y comenzando a contarnos la historia del sitio donde nos encontrábamos (la entrada principal con sus escalinatas de mármol) y lo que podríamos observar después. Estos mismos nos rogaron que, a lo largo de nuestra visita, guardáramos el mayor silencio posible ya que al ser un sitio de consulta había numerosos expertos y aficionados realizando sus investigaciones en las distintas salas que veríamos.

Fuimos recorriendo distintos apartados como el Recibidor Principal, el Archivo General, la Sala de Cervantes, la Sala de Fotocopias, la de Internet… en una de las salas habían recuperado la pintura de su bóveda que aparecía escondida desde hace muchas décadas bajo un manto de suciedad negra, de lo cual habían dejado una muestra en una de las esquinas para que el público observara el contraste, en esta misma sala destaca también su vidriera de cristal que deja traspasar la luz natural. A las distintas salas se acceden muy fácilmente a ellas o por encontrarse contiguas o por escaleras de mármol similares a las de la entrada.

En nuestro itinerario los asistentes vamos realizando numerosas preguntas a las guías que nos acompañan, entre ellas yo tuve la curiosidad de preguntarles ¿Cuántos libros habría más o menos allí guardados en el Archivo General? ¿Si siempre el edificio había sido una Biblioteca? y ¿si el edificio de la Biblioteca y el del Museo Arqueológico estaban conectados entre sí?. Todas mis preguntas fueron respondidas: calculaban que el Archivo tendría millones de libros y documentos, el número exacto en ese momento no me lo podía facilitar porque no se acordaba, pero era fácil que la cifra superara los 17 millones si no eran más; antiguamente el Museo y la Biblioteca si estaban conectados entre sí puesto que se tenía conocimiento que en la Guerra Civil había habido personas que se ocultaban en sus sótanos y al ser un edificio tan extenso por alguna zona, hoy en la actualidad, podría ser que tuviera un acceso de un edificio al otro y por último, el Edifico de la Biblioteca y el Museo, tal y como lo conocemos hoy en día, siempre han sido lo que son pero en sus terrenos anteriormente hubo otro tipos de edificaciones como fueron un Convento de Agustinos hasta un Taller de Coches.

Nuestra visita finalizó a las 3 de la tarde. Al acabar nos invitaron a que volviéramos en las próximas Jornadas que se realizaran para conocer el resto del Edificio que no habíamos podido visitar (al ser varios grupos unos visitaban el ala Este y otros el ala Oeste) y nos hicieron entrega de los obsequios que antes mencioné.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Torres de Colón


TORRES DE COLÓN


Las Torres de Colón son dos Rascacielos gemelos de Madrid. Son los duodécimos edificios más altos de la capital española (contando los edificios de CTBA) con sus 102 m. de altitud y sus 23 plantas. Están ubicadas en la Plaza de Colón, en pleno centro de la ciudad, y fueron construidas en 1976 por el arquitecto madrileño Antonio Lamela. Fueron la sede central de la empresa Rumasa.

Posee una estructura suspendida: el edificio está compuesto de dos grandes pilares unidos en lo alto por una plataforma de la que cuelgan las dos torres mediante grandes vigas perimetrales de 6 m. de canto con péndulos que atirantan cada planta con cables de acero. Para su construcción primero se realizaron los cimientos de hormigón sobre los que se plantaron los dos pilares y la plataforma superior. Posteriormente se fueron construyendo las torres de arriba abajo, desde la plataforma superior acercándose planta a planta a la base de la construcción. A sus pies, un cuerpo basamental de tres plantas y seis forjados más sótanos, esta vez construidos de abajo a arriba.

Sus fachadas están cubiertas por cristal de color granate y tiene una estructura verde («el enchufe», añadido posteriormente, nombre popular por el que es conocido por los madrileños) en la parte más alta. El edificio alberga oficinas de diferentes empresas y en las plantas bajas, comercios.

Fotos: - Torres de Colón.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Monumento a Cristobal Colón


MONUMENTO A CRISTOBAL COLÓN

El Monumento a Cristóbal Colón de Madrid se encuentra en la plaza del mismo nombre, en el ángulo suroeste del espacio llamado Jardines del Descubrimiento. Es obra de Arturo Mélida (proyecto y pedestal) y Jerónimo Suñol (estatua) y fue erigido entre 1881 y 1885.

Para conmemorar el matrimonio real entre Alfonso XII y Doña María de las Mercedes de Orleans (23 de enero de 1878), en 1877 se convocó un concurso público al que se presentaron cuatro proyectos para erigir un monumento a Cristóbal Colón. El ganador fue el de Arturo Mélida, aunque en principio la estatua que lo remata no era la que, finalmente, labró Jerónimo Suñol.

Las obras se iniciaron en 1881 y concluyeron en 1888, previéndose la inauguración para el 4 de enero de 1886, aniversario del retorno de Colón de su primer viaje. Sin embargo, la muerte del monarca (25 de noviembre de 1885) obligó a suspenderla, y finalmente, coincidiendo en fecha exacta con el Cuarto Centenario del Descubrimiento de América, el 12 de octubre de 1892 se hizo entrega de la obra, aunque sin ceremonia especial, al Ayuntamiento de Madrid.

En cuanto al monumento, consta de un pedestal – realizado por Mélida- sobre el que se sitúa la estatua de Colón, de 3 m. de altura y tallada en mármol blanco por Suñol. En uno de los frentes del pedestal está representado Colón exponiendo sus proyectos; en el lado opuesto se ven los nombres de las tres carabelas –Santa María, Pinta y Niña, los de los Pinzones, el del piloto Juan Costa, y los nombres de los 81 tripulantes de la Expedición. La altura total del monumento es de 17 m.

Originariamente el monumento estaba ubicado en el centro de la plaza, pero en 1973, a causa de los trabajos de remodelación de la misma, se trasladó al lugar que ocupaba hasta hace pocos meses, actualmente el Ayuntamiento lo ha devuelto a su ubicación antigua.

Fotos: - Monumento a Cristóbal Colón.

jueves, 11 de febrero de 2010

Jardines del Descubrimiento: Estructura

JARDINES DEL DESCUBRIMIENTO: ESTRUCTURA

Los Jardines del Descubrimiento presentan una planta cuadrangular, dividida en dos grandes sectores de forma triangular, entre los cuales se extiende un paseo principal distribuido diagonalmente. Están integrados por varios núcleos arbolados (olivos, cedros y pinos) e, inicialmente, por praderas de césped, sustituidas en Agosto de 2006 por gravas ornamentales, como medida tomada por el Ayuntamiento de Madrid para ahorrar agua y evitar las filtraciones que se producían sobre el Centro Cultural de la Villa de Madrid.

Sus principales valores artísticos se encuentran en los conjuntos escultóricos situados en sus extremos: el Monumento a Colón (1881-1885), obra de Arturo Mélida y Jerónimo Suñol, preside su esquina suroccidental y el Monumento al Descubrimiento de América, cuyo autor es Joaquín Vaquero Turcios, conforma su lado oriental.

Este último está situado sobre un estanque y se compone de tres grandes volúmenes de hormigón con relieves alusivos al citado hecho histórico. Fue erigido en 1977, cuando culminó la remodelación de la Plaza de Colón y fue inaugurado el Centro Cultural de la Villa de Madrid. Es un conjunto de tres macro esculturas de hormigón, llamadas respectivamente Las profecías, La génesis y El Descubrimiento, con relieves e inscripciones.

Uno de los elementos más singulares del conjunto era la cascada que se precipitaba desde los Jardines hasta la confluencia de los Paseos de la Castellana y Recoletos, conformando, bajo la misma, el acceso al Centro Cultural de la Villa. La cascada se alimentaba de las aguas de un estanque situado a los pies del Monumento a Colón, pero fue secado en el siglo XXI para evitar el deterioro del referido centro cultural y la cascada sustituida por material plástico translúcido.

El recinto alberga un mástil de 50 m. de altura y una base de 1,10 m., en el que ondea una bandera de España, de 14 x 21 m., confeccionada en poliéster. Una cabeza giratoria permite que la bandera cambie su orientación en función del sentido del viento.

Fotos: - Jardines del Descubrimiento.