lunes, 26 de diciembre de 2011

Museo Nacional de Ciencia y Tecnología: Salas de Exposición (2ª Parte)

En un museo como este no puede faltar una sala dedicada a Las tecnologías y la industria, en la que se puedan observar los instrumentos que han posibilitado el avance en el camino hacia la modernidad. En este espacio expositivo se pueden encontrar los primeros aparatos grabadores y reproductores de sonido, como gramófonos, pianolas y cámaras de fotograbado; los primeros instrumentos de precinema como praxinoscopios o fenaquitiscopios; máquinas que comenzaban a facilitar las tareas domésticas como planchas de gas, una lavadora manual, máquinas de coser, un alambique e incluso una máquina para hacer caramelos. Las primeras telecomunicaciones tienen también un espacio reservado en esta sala y en ella se pueden contemplar desde los primeros teléfonos a las primeras radios y televisores.

La fotografía es otro tema tratado en la exposición. En la planta superior del museo se encuentran expuestas una gran selección de cámaras fotográficas que ilustran la historia de la fotografía desde sus inicios casi hasta la actualidad. Se pueden ver desde cámaras profesionales o de estudio, hasta mini cámaras de espía y de capricho.

Una de las colecciones que mayor incremento ha sufrido en los últimos años, es la de relojes. La necesidad de medir el tiempo es una constante a lo largo de la historia de las civilizaciones. Esta necesidad ha impulsado a la humanidad a invertir un gran esfuerzo y energía en el desarrollo de sistemas para medir el tiempo, desde los relojes de arena hasta el reloj atómico pasando por el mecánico. En esta sección del museo se expone una valiosa colección de relojes mecánicos entre los que cabe destacar la colección de relojes de bolsillo de Losada o el reloj de sobremesa con planisferio astronómico que fue encargado por Carlos III a John Ellicott (1730 – 1760).

Presente en la exposición también se encuentra una zona dedicada a la medicina y la higiene. La medicina se muestra aquí como un conjunto de actividades que se destinan a luchar contra la enfermedad y a promover la salud. Bajo esta perspectiva se presenta un conjunto de instrumentos médicos, encuadrado principalmente en el siglo XIX. Encontrándose algunos objetos anteriores como los biberones romanos del siglo II d. C. En esta sección el visitante podrá conocer y contemplar material quirúrgico para amputaciones, instrumental ginecológico, juegos para sangrías, juegos de aseo, armarios de farmacia, cajas de medicinas, un sillón de odontólogo,...

Por último, se encuentra la sección dedicada a los Medios de transporte y juegos, en la que se presenta una interesante colección de vehículos entre los que se exponen vehículos de tracción mecánica como las bicicletas, el triciclo y el velocípedo o un carro de bomberos; y vehículos de motor como las motocicletas de carrera, el abarth (un coche de carreras) o los primeros coches de pasajeros.

martes, 22 de noviembre de 2011

Museo Nacional de Ciencia y Tecnología: Salas de Exposición (1ª Parte)

La exposición permanente está organizada en torno a grandes bloques temáticos que permiten al visitante realizar un recorrido por la historia de las diferentes disciplinas científicas. De modo que es posible comenzar la visita por cualquiera de las salas sin por ello perder el hilo conductor del recorrido completo.

La visita comienza en la sección Medir nuestro entorno, una sala en la que se exponen piezas de medición, topografía y agrimensura, entre las cuáles cabe destacar el Compendio de topografía y fortificaciones, un baúl que le regalaron al monarca Carlos II cuando éste cumplió los catorce años, con todos los instrumentos necesarios para el levantamiento de fortificaciones y que fue realizado por el matemático jesuita José Zaragoza.

Un poco más adelante el visitante se introduce en una sala que evoca la cúpula celeste en la que se exponen piezas vinculadas con la navegación y la astronomía. Medir el universo, es una sección en la que se pueden contemplar dos piezas únicas: un astrolabio flamenco atribuido al constructor Gualterius Arsenius (1554/1563) y una ballestilla o radio astronómico (1563) del mismo autor, único ejemplar completo que se conserva en el mundo. También se pueden observar otros instrumentos como relojes de sol, planetarios, esferas armilares, una silla de astrónomo, telescopios o una completa colección de globos.

Comprender para predecir, predecir para avanzar. En esta sala se muestran algunos de los instrumentos que desde el siglo XVIII hasta nuestros días, han contribuido al desarrollo de las ciencias experimentales como la física, la biología y la química.

En la sección de Mecánica, todas las piezas expuestas son la materialización en madera y metal de las leyes mecánicas conocidas, estudiadas en los gabinetes científicos y centros de formación, fundamentalmente durante los siglos XVIII y XIX. Se pueden ver piezas como la espiral de Arquímedes, el tornillo sin fin o los hemisferios de Magdeburgo.

En la sección de Acústica, se encuentran piezas muy interesantes, como uno de los primeros fonógrafos Tin- foil (1878) Edison, fabricados en serie o un analizador de sonidos de Koenig. En esta sala también hay secciones dedicadas a la Óptica, la Electricidad, la Meteorología, el Calor, las Ciencias Biológicas, las Ciencias de la Tierra y la Química.

Fotos: - Museo Nacional de Ciencia y Tecnología.

jueves, 27 de octubre de 2011

Museo Nacional de Ciencia y Tecnología: Colecciones

En la actualidad hay unos 380 objetos en exposición permanente, aunque los almacenes albergan aproximadamente 15.000 piezas que representan la evolución y el desarrollo de la ciencia y la tecnología desde el siglo II hasta nuestros días.
Las colecciones más antiguas son las relacionadas con las áreas de conocimiento vinculadas a la astronomía, las matemáticas, la física y la geofísica. Se trata principalmente de instrumentos relacionados con la enseñanza de dichas materias, que provienen de centros docentes como los mencionados anteriormente, y que se han ido completando con compras de objetos singulares de diversas épocas.
Mención especial merecen las colecciones de medicina y de transportes; así como las piezas industriales del museo, compuestas por maquinaria de todo tipo, desde una rotativa de periódico de 1916 hasta una colección de vehículos, entre los que se encuentra alguno perteneciente a la casa Real, pasando por una extensa colección de gramófonos, teléfonos, máquinas de escribir, aparatos de radio, aparatos de precinema, televisores o azucareras completas de principio de siglo XX, con su parte industrial y de laboratorio, que en la actualidad no pueden ser expuestas debido a su gran tamaño y peso.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Museo Nacional de Ciencia y Tecnología: Historia

El Museo Nacional de Ciencia y Tecnología fue creado en junio de 1980. Se encuentra situado en el madrileño Paseo de las Delicias Nº 61, en la antigua estación de Ferrocarril Madrid - Delicias, sede también del Museo del Ferrocarril. Desde ese momento su equipo comenzó a reunir una colección de instrumentos y aparatos, con origen en distintos centros educativos y de investigación, testigos de la evolución de la ciencia y la tecnología, especialmente en nuestro país. El edificio donde se ubicó fue inaugurado en marzo de 1880 para ser cabecera de la línea férrea Madrid - Ciudad Real - Badajoz y posteriormente de la línea Madrid – Cáceres - Portugal. Se trata de una obra de estructuras metálicas característica de la arquitectura del hierro realizada por Emile Cachèveliere, de la escuela del célebre ingeniero Alexandre Gustave Eiffel.

Una visita al Museo permitirá al visitante contemplar colecciones de instrumentos de los siglos XVI al XVIII cedidas por organizaciones, entre las cuales destacan las de instituciones educativas como la del I.E.S. San Isidro de Madrid, institución heredera de la Real Academia de Matemáticas de Felipe II, del Colegio Imperial y los Reales Estudios de San Isidro creados por Carlos III y el Instituto Cardenal Cisneros.; a través de las cuáles podrá realizar un recorrido por la historia de la ciencia y la tecnología de nuestro país. Estas colecciones, que el museo valora y conserva con el rigor científico y académico que corresponde a este núcleo patrimonial tan significativo, suponen un vínculo directo y una continuidad con la labor educativa del mismo.

Las colecciones de instrumentos científicos de otros periodos posteriores llegaron al museo desde otras instituciones educativas como la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad Complutense de Madrid y otros centros como el Instituto Geográfico Nacional. A ellas se unieron colecciones industriales que el museo ha ido completando, permitiendo conocer y documentar la evolución de la tecnología, la industria y las ingenierías.

Fotos: - Museo Nacional de Ciencia y Tecnología.

martes, 6 de septiembre de 2011

Paseo de las Delicias

Cuando se creó este Paseo allá por el siglo XVIII recibió el nombre de Delicias, pero cuando a mediados del siglo XIX se abrió el nuevo Paseo de Las Delicias de la Princesa (luego Paseo de La Castellana), cambió su nombre por el de Delicias del Río para diferenciarlo del otro. En la actualidad se denomina Delicias de nuevo y alberga el Museo del Ferrocarril y el Nacional de Ciencia y Tecnología

martes, 23 de agosto de 2011

Museo Nacional de Ciencia y Tecnología

La visita a este lugar no fue de forma programada. Mi intención era darle una sorpresa a un amigo que trabaja en un sitio colindante a este, en el Museo del Ferrocarril. Al igual que ocurre con el Museo Nacional Arqueológico y la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología tiene el privilegio de compartir instalaciones con el Museo del Ferrocarril.
Muchas personas al acudir a ver el Museo del Ferrocarril se sorprenden al ver que existe otro museo cercano que poca gente sabe donde está situado. Este museo se localiza en un lateral de la antigua estación de Delicias y cuenta también con elementos interesantes de conocer.
Como dije anteriormente, mi idea era ir a visitar a un amigo que trabaja en el Museo del Ferrocarril los fines de semana, pero la sorpresa, sin quererlo, me la llevé yo personalmente. Cuando acudí aquí lo que yo iba a visitar estaba cerrado por reformas hasta el día 1 de Diciembre de 2007 que es cuando se produciría su reapertura. Al creer que había dado mi paseo en balde di una vuelta por los exteriores para aprovechar para sacar unas fotografías ya que estaba en el lugar y otro día ver su interior.
Al estar en uno de los laterales de la estación vi una puerta entreabierta con un letrero encima, como desde lejos no se divisaba bien lo que ponía me acerqué, en el camino veía gente accediendo dentro y al estar ya encima leí: Museo de Ciencia y Tecnología. ¡Vaya! Me dije para mí, entremos a ver que hay dentro.
Al entrar lo primero que observamos es la recepción con vehículos adornándola y las recepcionistas nos indican el recorrido a realizar, nos recomiendan que primero subamos a través de las escaleras eléctricas a la primera planta, yendo siempre hacia la derecha y después sigamos por las plantas inferiores. También nos informan que a lo largo de nuestra visita habrá voluntarios estudiantes de Ciencia o ganadores de concursos de esta temática que nos irán informando de todas las dudas que nos surjan.
He de decir que pude encontrarme cosas muy curiosas e interesantes y que recomiendo ir a conocerlas si alguna vez tenéis ocasión.

viernes, 8 de julio de 2011

Palacio del Marqués de Salamanca

El plan de reformas urbanas impulsado por Mesonero Romanos en 1846 convirtió el Paseo de Recoletos y los nuevos barrios de sus alrededores en una zona atractiva para las gentes acaudaladas del Madrid Romántico Isabelino. El Palacio del Marqués de Salamanca, situado en el Paseo de Recoletos, nº 10, contribuyó de forma destacada a embellecer este lugar convirtiéndolo en polo de atracción para otras residencias aristocráticas.

Fue construido entre 1846 y 1855 por el arquitecto Narciso Pascual y Colomer, sobre parte de la huerta de los Marqueses de Montealegre, Condes de Oñate. Se concibió originalmente como un edificio exento con cuatro fachadas, con piso bajo y principal, con un bello jardín, fuente de mármol de carrara y cerrado todo el conjunto por una verja. La composición de la fachada es de trazas clásicas con influencias de la arquitectura palaciega italiana, destacando del cuerpo central de la fachada principal los grandes arcos de medio punto que comunican con el interior y las decoraciones con grutescos, medallones y semicolumnas del piso principal.

A finales de la década de 1860 las finanzas del Marqués de Salamanca no atravesaban por su mejor momento, obligándole a poner a la venta este palacio, que en opinión de los críticos de la época fue el más elegante y de mejor factura arquitectónica de Madrid. No obstante el Marqués no abandonó este entorno de Recoletos pues adquirió como residencia el antiguo Palacio del Duque de Uceda de la vecina plaza de la Moneda, próximo a las Salesas Reales. Antes de finalizar el siglo XIX el palacio fue adquirido por el Banco Hipotecario, creado el 15 de abril de 1873, con el fin de instalar en él sus oficinas centrales.

En la actualidad el palacio sigue perteneciendo al banco, aunque presenta algunos cambios respecto de su aspecto original, pues la entidad financiera acometió sucesivas obras de reforma y ampliación. La primera ampliación se realizó en 1905 con la construcción de un pabellón obra del arquitecto Valentín Roca Carbonell; la segunda la realizó en 1919 el arquitecto Joaquín Saldaña y consistió en la construcción de otro pabellón para los servicios de portería; la última reforma y la ampliación más importante fue realizada por el arquitecto Luís Gutiérrez Soto en 1945 al construir dos nuevas alas laterales que venían a paliar la necesidad de dependencias, aún a costa de desvirtuar la planta rectangular originaria.

lunes, 13 de junio de 2011

Administración, gobierno y fondos de la Biblioteca Nacional

La Biblioteca depende directamente del Ministerio de Cultura o equivalente y del Director General de la misma, que cuentan con un Real Patronato a quien la ley le atribuye las facultades de "órgano superior consultivo" y que tiene como estructura estable un Consejo de Dirección, una Dirección Técnica y una Gerencia.

En la actualidad dispone de 6 millones de libros, unas 100 mil publicaciones periódicas, 30 mil manuscritos y 8 millones de documentos:

- 2.073.718 Libros modernos desde 1831

- 215.383 Grabaciones sonoras

- 122.327 Revistas y Periódicos

- 106.007 Partituras

- 89.278 Libros antiguos hasta 1830

- 80.167 Grabados, Dibujos y Fotografías

- 46.624 Mapas y Planos

- 42.035 Video grabaciones

- 9.512 Manuscritos y Documentos

Catálogos:

- ARIADNA

- DIBI: Directorio de bibliotecas españolas

- CCPP: catálogo colectivo de publicaciones periódicas

- Catálogo general (manual)

lunes, 6 de junio de 2011

Biblioteca Nacional: Historia (2ª Parte)

Con el advenimiento del régimen liberal, a partir de 1834, la Biblioteca quedó definitivamente como un establecimiento de la Nación, siendo desvinculada del Patrimonio Real para serlo de la Administración pública, como ya sucediera durante las breves experiencias liberales de 1812 y del trienio (1820-1823). En 1836 pasó a denominarse Biblioteca Nacional y siguieron aumentando sus fondos con la librería de las Cortes, la del infante Don Sebastián y los volúmenes y manuscritos de los conventos que habían sido desamortizados hasta ese momento guardados en manos de la Iglesia. Entre 1835 y 1860 se crean distintas comisiones encargadas de la especialización de los estudios de la Institución. La incautación de obras al clero durante la I República tendrá como destino la Biblioteca.

Por propia iniciativa se compraron, entre otras colecciones y obras, la librería de Juan Bohl de Faber –con más de 2.000 volúmenes-; una colección de novelas españolas que había ido recopilando Benito Maestre; los manuscritos originales de Juan Pablo Forner y Leandro Fernández de Moratín y una colección de 200 volúmenes y legajos de genealogía. También se compró una colección de medallas y monedas a José García de la Torre, además de una gran cantidad de grabados, retratos (de Cervantes, Góngora, Moreto, padre Mariana, etc.) y algunos bustos como el de Alberto Lista. Según Mesonero Romanos, a la altura de 1854 se había elaborado un índice general clasificado por materias y autores, que elevaba a nada menos que 240.000 volúmenes los fondos disponibles en la Biblioteca Nacional. También poseía una colección de 97.000 medallas y monedas que la situaban a la cabeza de Europa, contaba con una pequeña «Dacthiloteca» compuesta por piedras preciosas, camafeos y pastas vítreas, y en su gabinete de antigüedades se podían contemplar gran número de utensilios, joyas y restos arqueológicos de culturas pasadas y de diversas partes del mundo. Para su gobierno y funcionamiento contaba con una plantilla de 25 personas, compuesta por un director bibliotecario mayor, cuatro bibliotecarios de número, catorce oficiales, tres celadores y tres porteros.

El aumento constante de fondos, monedas y antigüedades, aconsejaba el traslado de la Biblioteca a un edificio más espacioso y preparado funcionalmente para este cometido. Este argumento sirvió para que en 1866 la reina Isabel II pusiera la primera piedra del futuro Palacio de la Biblioteca y Museos Nacionales en el Paseo de Recoletos, sobre parte del solar del desaparecido Convento de Agustinos Recoletos. Mientras se realizaban las obras, la Biblioteca permaneció en la Plaza de Oriente, y con objeto de ganar espacio se decidió trasladar la colección de monedas, medallas, y el gabinete de antigüedades al nuevo Museo Arqueológico, fundado el 20 de marzo de 1867 en el solar del antiguo Casino de la Reina, en la calle de Embajadores. Pero no bastando con esta medida y en vista de que en los sótanos no cabían más libros, a comienzos de la década de 1870 se tuvo que improvisar la construcción de un pabellón en un jardín contiguo a la Biblioteca. Y es que los acontecimientos políticos del sexenio revolucionario tuvieron paralizadas las obras del nuevo edificio hasta 1874. En 1892, 26 años después de su inicio, terminan las obras del denominado Palacio de Museos, Archivo y Biblioteca Nacionales en Madrid, edificio neoclásico proyectado por el arquitecto Francisco Jareño y Alarcón (1818–1892), y en 1896 todos los fondos ya habían sido trasladados definitivamente a su nueva sede.

Treinta años después de que se colocara la primera piedra, el 17 de marzo de 1896 la Biblioteca Nacional abría sus puertas al público en su nueva sede del Palacio de la Biblioteca y de los Museos Nacionales, donde permanece en la actualidad.

Nuevamente durante la Guerra civil española, entre 1936 y 1939, acceden a la biblioteca casi medio millón de volúmenes fruto de las distintas incautaciones.

Será en 1957 cuando se establezca el depósito legal que sustituye a la primera regulación que obligaba a los impresores a entrega un ejemplar de cada obra. Ya en 1986, la Biblioteca integrará la Hemeroteca Nacional, el Instituto Bibliográfico Hispano y el Centro del Tesoro Documental, todo como un único proyecto.

En 1991 se crea un nuevo depósito de libros en Alcalá de Henares ante la falta de espacio.

Fotos.- Biblioteca Nacional

miércoles, 25 de mayo de 2011

Biblioteca Nacional: Historia (1ª Parte)

La Biblioteca Nacional de España está situada en el número 20 del Paseo de Recoletos de Madrid, compartiendo edificio con el Museo Arqueológico Nacional. Es la principal biblioteca española, siendo el centro depositario del patrimonio bibliográfico español. Actualmente (2005) cuenta con un fondo bibliográfico de 17 millones de documentos, y tiene además una segunda sede en Alcalá de Henares.

Fue fundada con el título de Librería Real por el rey Felipe V en 1711, en la Casa del Tesoro, frontera a los Caños del Peral, y se abrió al público en marzo de 1712, con la doble función de hacer llegar el conocimiento a los ciudadanos y recoger las bibliotecas particulares de algunos nobles.

Sus primeros fondos bibliográficos fueron unas pocas colecciones que Felipe V había traído consigo desde Francia, junto a algunas colecciones que la Reina Madre guardaba en el antiguo Alcázar. La gran mayoría de las obras y los mejores volúmenes seguirían estando en manos de la Corona, en la Biblioteca Real que también mandó realizar y ordenar el mismo Rey. No obstante, por Real Cédula de 1716 se la concedió el privilegio de obtener un ejemplar de cuantos libros se editaran en España (como ahora con el depósito legal), así como se la reconocía el derecho de tanteo en las ventas de manuscritos, estampas, medallas y la adquisición de librerías particulares. Se publica la primera obra fruto del trabajo de la biblioteca en 1738 bajo el título de Bibliotheca Universal de la Polygraphia Española, realizada por Cristóbal Rodríguez. En 1761, Carlos III funda la Imprenta Real a cargo del bibliotecario mayor, liberando así a la institución de las tareas de edición y favoreciendo la multiplicación de obras. Además, se instituyó oficialmente su gobierno interior con el nombramiento de un bibliotecario mayor y otros bibliotecarios.

Los fondos de la biblioteca siguieron creciendo con la librería del cardenal Arquinto, que ordenó comprar Carlos III en Roma, y con los fondos que Carlos IV adquirió del señor Múzquiz, entonces embajador de Francia.

Durante el reinado de José I Bonaparte (1808-1813) y con motivo de la realización de las obras de la nueva plaza de Oriente, la Biblioteca fue trasladada a los claustros altos del Convento de la Santísima Trinidad de Religiosos Calzados, en la calle Atocha. Pero de nuevo en 1819, a petición de los frailes, fue traslada al entonces Ministerio de Marina, ubicado en la casa llamada de los Secretarios de Estado y de Despacho, también conocida como Palacio del Marqués de Grimaldi y como Palacio de Godoy, en la Plaza de la Marina Española. En 1826 Fernando VII compró unas casas en el número 4 de la Plaza de Oriente para instalar la Biblioteca y así evitar entorpecer el normal funcionamiento del Ministerio de Marina. En opinión de los críticos del siglo XIX estas casas no eran las más adecuadas para esta función, pues su insuficiencia impedía ordenar correcta y adecuadamente todos los fondos bibliográficos y dificultaba la exposición del museo de medallas y del gabinete de antigüedades que tenía la Biblioteca desde su fundación

Fotos.- Biblioteca Nacional

miércoles, 18 de mayo de 2011

Biblioteca Nacional de Madrid


BIBLIOTECA NACIONAL DE MADRID

Una Biblioteca Nacional es aquella institución en la cual se deposita, acopia, preserva y difunde el patrimonio bibliográfico (libros, diarios, revistas, folletos, grabaciones, etc.) de un país. A diferencia de una biblioteca pública, está integrada por colecciones únicas e históricas de acceso restringido al público en general. Contiene por ejemplo primeras ediciones de obras históricas. A diferencia de un Archivo Nacional, no guarda los documentos administrativos, legales o colecciones de instituciones públicas o particulares.

Como custodio del patrimonio de una nación, en la mayoría de los casos por ley, cierta cantidad de ejemplares de las obras impresas o producidas en otros soportes al interior de un país deben ser depositados en la biblioteca nacional. Esta medida también sirve para registrar y constatar los derechos de autor.

Muchos de los documentos existentes en sus archivos están recogidos en microfilm. Para realizar copias de los documentos que están allí guardados hay que solicitar habitualmente un permiso dependiendo del documento que se trate.

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En caso de América, España y Portugal sus respectivas bibliotecas nacionales se encuentran agrupadas en la Asociación de Bibliotecas Nacionales de Ibero América (ABINIA, 1989).

The European Library (La Biblioteca Europea) se destina a integrar las existencias de las bibliotecas nacionales europeas.

Fotos.- Biblioteca Nacional de Madrid