Situadas en la Calle
Mayor, nº 1, con vuelta a la Calle de Esparteros, nº 3 y 5, c/v
Calle del Marqués viudo de Pontejos, nº 2, c/v Plaza de Pontejos,
nº 2 y c/v Calle del Correo, nº 2.
En ese mismo año de
1841, Santiago Alonso Cordero, siendo concejal del Ayuntamiento de
Madrid, adquirió la totalidad del solar en el que había estado
situado el Convento de San Felipe El Real en publica subasta, con una
puja rozando los 17 millones de reales, considerada desmesurada para
aquellos tiempos pese a tratarse del solar mas importante de Madrid,
ubicado en la actual Puerta del Sol, calle Mayor, nº 1, corazón
comercial entonces de toda España. Benito Pérez Galdós comentaba
en los Ayacuchos de los Episodios Nacionales: “Ha comprado el
solar de San Felipe, para construir en el una casa; allá se irá con
El Escorial en grandeza, y será la 8ª maravilla de la Corte”.
¿Cual es el origen de la
fortuna de Santiago Alonso Cordero, que le permitió esta enorme
adquisición en 1841?. Si hacemos caso a Ramón Gómez de la Serna:
“La fortuna de Cordero fue hecha súbitamente en el premio gordo
de la lotería de Navidad con muchas combinaciones de premio. Tanto
gano que el Tesoro casi se declaro en quiebra para poder pagar. El
Rey llamo a Cordero para rogarle que cobrara poco a poco a la
Hacienda, maltrecha. Una de las compensaciones que tuvo fue la de
este edificio”. (Podría comentarse la incoherencia que
presenta el texto cuando indica; “El Rey llamo a Cordero...”,
ya que en España estuvimos en periodo de Regencia, no de Reinado,
desde 1833, muerte de Fernando VII, hasta 1843, en que las Cortes
declararon a Isabel II mayor de edad, realizándose la venta en
1841), Carrete Parrondo en Puerta del Sol coincide con Gómez de la
Serna y comenta: “la totalidad del solar adquirido en 1841 por
cerca de 17 millones de reales por el maragato Santiago Alonso
Cordero, destinado parte del premio gordo de lotería, que le había
tocado, premio tan cuantioso que el Erario se vio obligado a pagarle
en varios plazos y a cederle este solar como parte del mismo; y allí
construyó la mejor y mas grande casa de vecindad de Madrid”.
Actualmente en el
Instituto de Estudios Madrileños no consideran valida la hipótesis
del premio gordo de la lotería, ya que no aparece Santiago Alonso
Cordero en la relación de premiados aquellos años, por lo que no se
tiene seguro del origen de su fortuna.
Estas casas que llevan el
nombre de su promotor, Santiago Alonso Cordero, fueron construidas
entre 1842 y 1845 por el arquitecto Juan José Sánchez Pescador en
el solar donde estuvo emplazado el Convento de San Felipe el Real,
fundado en 1547, desamortizado en 1836 y derribado en 1838, las
diseñó formando seis edificios, cinco de ellos haciendo un
conjunto. Fue el primer gran edificio de viviendas que tuvo la
ciudad, consta de cuatro alturas sobre planta baja y presentaba una
distribución de las viviendas ajustada a los distintos perfiles
sociales y económicos de la época, localizándose las viviendas más
lujosas en la parte central del edificio.
Cuando se produjo la
reforma de la Puerta del Sol, entre 1852 y 1862, se consiguió crear
ese espacio público representativo que buscaba la clase política
liberal, en parte gracias a las Casas de Cordero, pues el arquitecto
Lucio del Valle unificó arquitectónicamente el conjunto de
edificaciones de la plaza, tomándolas como modelo. Si observamos
detenidamente la Puerta del Sol resulta que todas y cada una de las
fachadas que dan a esta plaza tienen la misma altura y la misma
disposición ordenada de vanos, balcones y pilastras que las Casas
del Cordero.
En la importantísima
colección de fotografías de monumentos españoles realizadas por
Jean Laurent, fotógrafo de la corte, destacan tres de las Casas de
Cordero pudiéndose observar en una de ellas, con el titulo “Kiosco
del Teléfono”, la gran torre de distribución de cables para
abonados, cuando el monumental edificio fue la primera sede de
Telefónica en Madrid hace mas de una centuria. En la fotografía de
la Puerta del Sol, hacia 1920, se refleja con todo detalle la torre y
los cables de distribución para las terminales telefónicas.
Unos años mas tarde,
Santiago Alonso Cordero vendió la totalidad de esta edificación con
un importante beneficio. Todavía en la actualidad, se conoce como
Casas de Cordero, Plaza y Calle del Marques Viudo de Pontejos y Calle
Esparteros, nombre que tristemente se va perdiendo.
Como anécdota cabe decir
que todavía se conserva en la esquina de las Calles Mayor y de
Esparteros el escudo del promotor de este edificio, en el que además
estuvo mucho tiempo ubicado el Café Nuevo del Pombo.
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